Wałęsa visita la AAU para hablar del estado de la libertad y la democracia

El 14 de noviembre de 2024, la Universidad Angloamericana (AAU) recibió al ex presidente polaco y Premio Nobel de la Paz Lech Wałęsa para debatir sobre la lucha por la libertad y la democracia y los retos a los que se enfrentan Europa y el mundo.
Tras una introducción del Presidente Jiří SchwarzWałęsa, que atribuyó al orador invitado el mérito de "convertir nuestra esperanza en realidad", se volvió para dirigirse a una sala repleta de asistentes, entre los que había estudiantes, invitados, personal y profesores.
Con la ayuda de un traductor, Wałęsa comenzó expresando su gratitud por la oportunidad de dirigirse a la audiencia, muchos de ellos jóvenes, señalando puntualmente que los logros de las generaciones posteriores validarían en última instancia los esfuerzos y sacrificios de la suya propia. En esta última categoría, Wałęsa citó la Solidaridad (Solidarność) que cofundó y dirigió, desafiando con éxito el régimen comunista en Polonia e inspirando transiciones democráticas en toda Europa Central y Oriental.
"Para mí es muy importante que la generación que vino después de Solidaridad tenga éxito", dijo Wałęsa.

Wałęsa instó a los asistentes a reflexionar sobre cómo aplicar las lecciones históricas para evitar repetir los errores del pasado y subrayó la necesidad de elevar los debates a un nivel global. Señaló la falta de unidad de Europa como un problema importante, sugiriendo que deben establecerse bases comunes y valores compartidos para crear un marco político y económico cohesivo y eficaz en todos los países.
Wałęsa abordó el reto de elegir un sistema económico para una Europa unida, contraponiendo comunismo y capitalismo. Aunque el primero puede parecer atractivo, con su enfoque en la igualdad y la prosperidad compartida, argumentó que es inviable en la práctica, como ha demostrado la historia. Instó encarecidamente a los oyentes a abrazar el capitalismo como única alternativa viable.

Wałęsa hizo un llamamiento a las naciones europeas para que superen la rivalidad y trabajen en la construcción de una sociedad unificada, subrayando que la era de los Estados aislados y divididos por fronteras ha llegado a su fin gracias a los avances de la tecnología y la globalización. Reconociendo que el mundo aún tiene que establecer un nuevo orden que sustituya a los viejos sistemas, cuestionó la pertinencia de las estructuras políticas actuales, afirmando que la democracia, en su verdadera forma, apenas puede encontrarse hoy en día. Mencionando la recientes elecciones en EE.UU., Wałęsa expresó su preocupación por la menguante confianza de los ciudadanos en los procesos democráticos.
"La gente ya no cree en la democracia y no lucha por ella", afirmó.

Para hacer frente a esta pérdida de confianza en la democracia, Wałęsa propuso una serie de reformas. Abogó por limitar a 10 años el mandato de los cargos políticos para evitar abusos de poder, haciendo referencia al actual conflicto en Ucrania como ejemplo de las consecuencias de un liderazgo sin control, y sugirió que las finanzas de los partidos políticos fueran totalmente transparentes para fomentar la confianza pública. Wałęsa argumentó que tales medidas, combinadas con protocolos para destituir a los cargos electos que no ejerzan eficazmente, ayudarían a empezar a reconstruir la confianza en los sistemas democráticos.
Repasando el historial de expansión territorial, Wałęsa señaló que, en los albores del siglo XXI, muchas naciones empezaron a pasar de la fuerza bruta a métodos más democráticos para extender su influencia. Pero con la invasión rusa de Ucrania, planteó la cuestión de si triunfaría un enfoque de fuerza o pacífico como práctica predominante, señalando que, aunque el movimiento Solidaridad había demostrado la eficacia de la resistencia no violenta, el mundo parece haberlo olvidado.

Wałęsa concluyó su intervención instando a las generaciones más jóvenes a meditar sobre estas cuestiones acuciantes y a participar activamente en su resolución, en lugar de permanecer como espectadores, no sea que los cimientos sentados por su generación queden desmoronados.
"Tenemos una gran oportunidad de lograr la paz y la prosperidad para todos, pero no sucederá por sí solo. Tenemos que hacerlo", afirmó.
A continuación tuvo lugar un turno de preguntas y respuestas, durante el cual Wałęsa invitó al público a plantear preguntas difíciles y a ofrecer sus propias respuestas en relación con los retos que había expuesto.
